Quien dijo que los gatos y perros no se puede llevar de maravilla aunque en algunas ocasiones tiene grandes rivalidades aquí se demuestra en otras la convivencia diaria puede llegar a limar esas asperezas.
El gato y el perro se encuentran en el jardín de repente el gato empieza a darle un masaje en la espalda del perro de manera gratificante ya que ninguno de los dos se movía para nada que grandes lecciones pueden dar los animales.
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